14/11/08

Crónicas de mi odisea británica I

Bueno, ¡he vuelto del intercambio! Y naturalmente me dispondré a narraros todos los hechos maravillosos y fascinantes que me han sucedido en este viaje. Primero tendré que pediros perdón como ya se lo he pedido a mis padres por la falta de fotos. La verdad es que en las excursiones la mayor parte del día corríamos de un lado para otro y cuando estuve con Ellie (mi pareja de intercambio) no me apetecía perder el tiempo haciendo fotos. Ya se que no es una pérdida de tiempo, pero una semana es muy poco y estuvimos muy ocupadas.

Empezaré por el principio: el martes 4 de noviembre. Fuimos un poco insoportables y casi ningún profesor consiguió darnos clase, claro que también es un poco inocente pensar que se va a aprovechar el último día antes del viaje a Inglaterra. En fin, cogimos el autobús a las dos y media en el insty y tardamos una hora en llegar a Santander. El aeropuerto de Santander es de andar por casa, no será más grande que mi instituto y a parte de nosotros sólo había otros diez o veinte pasajeros. Además no vimos ningún avión, lo que nos llegó a preocupar un poco.

Tuvimos que esperar para facturar, pero como teníamos que comer todavía, no nos importó mucho. A las seis más o menos pasamos a la zona de embarque después de superar el control. La verdad es que mis compañeros tenían bastante miedo, ya que han aumentado mucho las medidas de seguridad, y a lo largo del viaje en autobús hicieron una larga lista de los objetos que podrían llegar a pitar, desde el aparato de ortodoncia hasta los botones del vaquero, pasando por pendientes, piercings y las anillas por donde pasan los cordones de los zapatos (?).

Se me ha olvidado contar que los profesores que vinieron con nosotros fueron Mar y Jose. La primera es profesora de inglés y representaba la organización, la seriedad y si tenías una pregunta, mejor se la hacías a ella. Jóse era más divertido y bromista (además de que tiene unos ojos muy bonitos), y nos lo pasamos muy bien con los dos.

El vuelo fue un poco incómodo, pero no se puede esperar más de RyanAir, Vuela Barato. Lo malo fue que a Jenny y a mí nos tocó al lado un señor increíblemente pesado del que al final huimos. Llegamos a Stansted Airport a las ocho, que eran las siete de allí. Esperamos bastante nerviosos a que nuestras parejas nos recojieran. Menos mal que no fui la última. Con Ellie no había hablado casi nada, pero cuando la vi, me pareció simpática desde el primer momento. Es un poco más baja que yo y tiene media melena rubia y ojos verdes-marrones. Tiene una expresión agradable (me refiero a que no da miedo hablarle) y sonríe mucho. Vino con su padre, que se llama Peter y trabaja en Londres. Es muy amable y le toma el pelo a sus hijas igual que Juanjo a la suya. Yo viví en el mismo pueblo del aeropuerto, Stansted, a diez minutos de Newport, donde esta el insty. Llegamos a la casa conduciendo por la izquierda lógicamente, a lo que cuesta acostumbrarme y allí conocí a la madre, Katie, y a las dos hermanas, Hazel y Jay, de 12 y 19 años respectivamente. La casa era de nueva construcción, unifamiliar y de dos plantas. También tenía un jardín en la parte trasera, donde viven los conejos y los conejillos de indias (en inglés llamados literalmente cerdos de guinea, de allí que estuvimos adivinando a que especie del reino animal pertenecían las mascotas de Ellie). La perra Liberty o Libby prefería dormir en la cocina. Aliviada pude comprobar que tenían un cuenco lleno de fruta, pues otra de las preocupaciones de mis compañeros era la comida. Todo lo que no esté cocinado con aceite, debe de ser malísimo, y nada se puede comparar a la elaborada dieta mediterránea. En fin. Ellie y yo compartimos dormitorio, pero como era pronto todavía, comenzamos a ver la peli "Mr. & Mrs. Smith", con subtítulos en inglés, ya que leyendo entiendo mucho mejor. Tampoco era un argumento muy exigente. Todos han sido muy simpáticos conmigo y no me ha dado ninguna vergüenza hablar en mi inglés relativamente simple. Buff, la verdad es que es muy complicado y a veces cuando terminaba una frase ya no me acordaba del principio. Ellie ha empezado a aprender castellano este año, así que a ver como nos las apañaremos.

Siento de nuevo la falta de fotos, que hace el texto un poco denso y difícil de leer. Gracias por vuestros esfuerzos.

2 comentarios:

isa dijo...

a pesar de no tener fotos, me resulta muy facil de leer, y ya veo que disfrutas de todo, como me alegro, ¿hiciste alguna excursión?
besazos

Danixa Laurencich dijo...

qué belleza...cuando era pequeña siempre quería hacer intercambio!
es tan lindo, hace muy bien para abrir la cabezaaaaaaaaaa!