21/3/08

Perfiles milenarios

Excursión a las Tuerces, invierno, comienzos del 2008.
Las rocas son elementos del paisaje que parecen ser completamente independientes. No son como las plantas, que no pueden vivir en las profundidades del mar, o en el desierto más implacable, o en las cumbres más altas. Las piedras no son como los animales, que a su vez necesitan de las plantas para vivir. Todo esto, las plantas y los animales, se mueren, desaparecen y vuelven a crecer, es decir que siguen un ritmo, un ciclo que se repite una y otra vez. Pero las piedras permanecen impasibles y se mantienen sin apenas cambios a lo largo de los años, siglo, milenios... Mi madre tiene una foto de un graffiti: Si las paredes hablaran... Debe de ser todavía más increíble escuchar si las piedras hablaran, que están en todas partes, lo ven todo y l
o escuchan todo. Todo este valle donde vivo yo estaba cubierto de mar, era el fondo del océano. Sólo imaginarse eso...
Por eso, cuando fuimos a las Tuerces mi madre y yo hicimos estas fotos de perfiles, siguiendo las líneas, grietas, recovecos y rugosidades por las que antes igual pasaron enormes monstruos marinos, terroríficos peces-linterna de las profundidades, o donde se posaron extrañas gaviotas prehistóricas. Con estas rocas nunca se sabe... Apetece pegarse como una lapa, nunca mejor dicho, a ellas hasta volverse uno y explorar tanto conocimiento alma
cenado... Espero que os gusten estas fotos donde casi, casi lo hago...


Las que vienen ahora las hicimos después de comer, y cada vez me costaba más mantener un perfil de pie.

Bueno, y por último dedico estas fotos a Rosa & Salvador, nuestros amigos que nos esperaron pacientemente mientras Andrea y yo correteábamos y escalábamos por allí como dos cabras montesas (aunque sospecho que a la empanada de jijas le faltaba algún que otro mordisco, quién le puede reprochar eso a un pobre hombre hambriento después de una larga caminata).

No hay comentarios: