9/9/08

El suplicio de Sísifo

"Y vi a Sísifo, que soportaba pesados dolores, llevando una enorme piedra entre sus brazos. Hacía fuerza apoyándose con manos y pies y empujaba la piedra hacia arriba, hacia la cumbre, pero cuando iba a trasponer la cresta, una poderosa fuerza le hacía volver una y otra vez y rodaba hacia la llanura la desvergonzada piedra. Sin embargo, él la empujaba de nuevo con los músculos en tensión y el sudor se deslizaba por sus miembros y el polvo caía de su cabeza."

Homero, La Odisea, Canto XI.


Sísifo es un personaje de la mitología griega, hijo de Eolo (rey de Eólida, posteriormente llamada Tesalia) y de Enareta. Su esposa fue Mérope, hija de Atlas y de la oceánida Pléyone y por lo tanto una de las Pléyades, aquella que es invisible, avergonzada de su unión con un mortal. Con ella fue padre de Glaucos, Órnito, Tesandro y Halmo.

Sísifo fundó y gobernó la ciudad de Éfira, que más tarde cambió su nombre por el de Corinto. Sin embargo, no pudo heredar el reino de su padre, ya que su hermano Salmoneo le ursupó el trono. Ayudado por un oráculo, Sísifo halló una cruel manera de vengarse seduciendo a su sobrina Tiro, hija de Salmoneo. Aunque Tiro se dio cuenta de las intenciones de su tío y mató a los dos niños frutos de esta unión, Sísifo no se dio por vencido, sino que declaró que los hijos eran del propio Salmoneo y que él mismo los había matado, intentando así ocultar el incesto. Así Salmoneo fue desterrado.

Esta imagen enlaza con el otro mito que publiqué en el blog. Es Perséfone supervisando el trabajo de Sísifo.

En esta así como en muchas más leyendas se muestra la excepcional inteligencia de Sísifo, que le acarreó enemigos entre dioses y mortales. Se cuenta por ejemplo que poseía un maravilloso rebaño del que su vecino Autólico robaba cada día varias piezas, sin que Sísifo pudiera hacer nada por remediarlo, ya que el padre de Autólico era Hermes y le había dado el don de robar con astucia. Se cuenta incluso de que era capaz de cambiar las características de los animales hasta dejarlos irreconocibles. Pero a Sísifo se le ocurrió grabar en las pezuñas de sus animales "Robado por Autólico", de modo que el robo se hizo evidente cuando al día siguiente se fue a reclamar sus animales y pudo mostrar el grabado. Después de ese episodio, Sísifo entro en la casa de su vecino y sedujo a la hija de éste, Anticlea, aunque según algunas fuentes le fue entregada voluntariamiente porque Autólico quería un nieto tan sagaz como Sísifo. El caso es que así nació Odiseo, también llamado Ulises y conocido como el hombre de las mil tretas.

En otra ocasión, Sísifo fue testigo del rapto de Egina por parte de Júpiter y se lo reveló al padre de ésta, el dios fluvial Asopo, a cambio de una fuente en Corinto. El padre de todos los dioses le quiso castigar y mandó a Tánatos, la Muerte a buscarlo. Pero Sísifo logró encadenarlo y nadie murió hasta que días más tarde Ares acudió a liberarlo. Entonces el primero en bajar al Infierno fue Sísifo, pero le dijo a su mujer que no celebrase los ritos funerarios tradicionales, de modo que cuando Hades le preguntó por ellos, pidió permiso para subir a la Tierra a castigar a su mujer. No volvió al reino de Hades hasta muchos años después. Por estos engaños, los jueces de los muertos le condenaron a un castigo ejemplar, que le otorgaba la inmortalidad que tanto deseaba, pero que le obligaba a pasar la eternidad ocupado en una ardua tarea. Debía empujar una pesada roca hasta la cima de una montaña, y cada vez que estaba a punto de alcanzarla la piedra se caía rodando hasta volver al pie de la pendiente.


Sísifo ha sido fotografiado en el valle de Gama en una actitud bastante rebelde, pues parecía cansado ya de hacer siempre lo mismo y esta vez empujaba la piedra hacia abajo. Ya me enteraré de porqué Júpiter todavía no le ha partido con uno de sus rayos.

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