Escena IV
Aparecen Lola y Cova, tocan a la puerta de Reme, que les abre.
Lola: | Hola Reme, ¿qué tal estás? |
Reme: | Hola chicas. Oh, ¿no ha venido con vosotros mi mulato? |
Cova: | Jajaja, no, lo siento, Reme. Ha ido a visitar a su abuela en Cuba, que cumple cien años. Pero en diez días vuelve. |
Lola: | Porque le necesitamos para nuestra causa… Te lo voy a explicar todo: Es que ya estamos hartos de Ubaldo, que es un auténtico tirano. Se nos cae la casa encima y no hace nada. Por eso hemos decidido tomar medidas. Ayer llamamos a Avel y quedamos en que vendría el mismo día que Nilo. Mientras él arma algún tipo de escándalo para distraer a Ubaldo, nosotros guiaremos a Avel por el edificio, se dará cuenta de la ruina. Después le presentaremos a Toni, que va a ser nuestro candidato a portero. ¿Te parece bien? |
Reme: | Bueno, bueno, ya era hora de que se hiciera algo. Con perdón cariño, pero tu padre es uno de los pocos hombres a los que nunca invitaría a un café. Pero, ¿qué tiene que ver conmigo? |
Cova: | A eso vamos. Dos favores te queríamos pedir. Uno: que nos dejes enseñarle a Avel tu piso, para que vea lo que estamos aguantando, y dos: que nos cuentes algunas anécdotas desagradables que hayan ocurrido aquí. Haremos un informe y se lo daremos al jefe. |
Reme: | Uy, por mí perfecto. Con lo que me gusta a mí contar cosas, y con la de cosas que han pasado aquí... ¿Entráis y os lo cuento con un café y unas pastas que he traído del pueblo? Malísimas para mi tipo, claro, pero irresistibles. |
Cova y Lola: | ¡Genial! (Entran) |
Escena V
Aparecen Avelino, Lola y Cova.
Lola: | Bienvenido Avel. Te agradecemos mucho que te hayas tomado la molestia de venir. |
Avel: | Como veo, iba haciendo falta. Parece que he descuidado esto demasiado. |
Lola: | Bueno, si te parece subimos y te enseño un poco más de los pisos. Cuidado, no te apoyes en la barandilla, que se cae. |
Avel: | Ehm, vale, vale. |
Se abre la puerta cerca de la cual están pasando y sale Ubaldo.
Ubal.: | ¿Lola? ¿Con quién estás? |
Avel: | Hola Ubaldo, encantado de volver a verte. |
Ubal.: | A... A... Avel... Jejeje, ¡qué sorpresa más agradable! Pero no te quedes en la puerta, pasa, pasa, que tomamos un café y te cuento que tal todo por aquí. |
Avel: | No, tranquilo, si no me voy a quedar en la puerta. Tu hija me va a enseñar un poco cómo está la casa, algo que tú nunca has hecho, y después si quieres hablamos. |
Ubal.: | (Refunfuñando en bajo) ¡Maldita Lola! (A Avelino) Pero bueno, con el tiempo que llevamos sin vernos, y me dices eso. Además, tengo muy buenas noticias: escucha... |
De repente aparece Nilo, que sube corriendo las escaleras)
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